
Perder cabello no es solo un cambio físico, es algo que puede afectar cómo nos sentimos con nosotros mismos. Por eso, entender la alopecia androgénica es el primer paso para encontrar una solución que realmente haga la diferencia.
¿Qué es la alopecia androgénica o calvicie?
La alopecia androgénica, más conocida como calvicie de patrón masculino o femenino, es el tipo de alopecia más común de pérdida de cabello. Se trata de una condición progresiva que afecta principalmente a ciertas zonas del cuero cabelludo, y puede darse tanto en hombres como en mujeres, aunque con diferencias claras en su forma de manifestarse.
Aunque la alopecia androgenética no afecta físicamente la salud, su impacto emocional puede ser profundo, ya que el cabello juega un papel importante en cómo nos vemos y sentimos. Por eso, entenderla es el primer paso para manejarla mejor.
Síntomas de la alopecia androgénica
Aunque no suele haber dolor ni molestias físicas, los cambios en el cabello pueden ser muy evidentes con el tiempo. En el caso de los hombres, los síntomas más comunes son:
- Recesión de la línea del cabello: el cabello comienza a retroceder en las entradas, formando un patrón en forma de “M”.
- Pérdida de densidad en la coronilla: el área en la parte superior de la cabeza (coronilla) empieza a mostrar afinamiento hasta que puede quedar completamente calva.
- Patrón en herradura: en fases avanzadas, el cabello se conserva solo en los laterales y la parte posterior de la cabeza, creando una forma de herradura.
Por otro lado, los síntomas más comunes en mujeres son:
- Afinamiento generalizado: el cabello pierde densidad, sobre todo en la parte superior y central del cuero cabelludo.
- Ampliación de la raya del cabello: la raya central se vuelve más ancha con el tiempo, haciendo más evidente el adelgazamiento.
- Pérdida menos marcada en las sienes: a diferencia de los hombres, las mujeres rara vez experimentan calvicie total en áreas específicas.
Otras señales a considerar:
- Cabello más fino y débil: los nuevos cabellos que crecen tienden a ser más delgados y frágiles, lo que contribuye a la apariencia de menos volumen.
- Progresión lenta, pero constante: la pérdida de cabello ocurre a lo largo de los años, lo que puede hacer que pase desapercibida en sus etapas iniciales.
Es importante destacar que estos síntomas pueden variar de persona a persona, y la alopecia androgénica no debe confundirse con otros tipos de caída del cabello que podrían tener causas diferentes. Si se detectan estos cambios, lo ideal es consultar a un profesional para confirmar el diagnóstico y explorar posibles soluciones.
Causas de la alopecia androgénica
La alopecia androgénica proviene de una combinación entre factores genéticos y hormonales, los cuales afectan el ciclo de vida del cabello. A continuación, te explicamos las principales causas detrás de esta condición:
Factores genéticos
La predisposición a la alopecia androgénica es hereditaria. Si hay antecedentes familiares de calvicie, es más probable que la condición se manifieste. Este factor genético determina cómo reaccionan los folículos pilosos a las hormonas andrógenas.
Hormonas andrógenas
Las hormonas andrógenas, como la testosterona y su derivado dihidrotestosterona (DHT), desempeñan un papel crucial. La DHT se une a los receptores en los folículos pilosos, provocando su miniaturización. Esto significa que los folículos producen cabellos más finos, cortos y débiles hasta que eventualmente dejan de crecer.
Alteraciones en el ciclo de crecimiento del cabello
La DHT acorta la fase de crecimiento (anágena) del cabello y prolonga la fase de reposo (telógena). Como resultado, se pierde más cabello del que se regenera, causando un adelgazamiento visible.
Edad
Aunque la alopecia androgénica puede comenzar en la adolescencia o juventud, su prevalencia aumenta con la edad. A medida que los años avanzan, la sensibilidad a la DHT se intensifica, acelerando el proceso de pérdida de cabello.
Cambios hormonales en las mujeres
En las mujeres, la alopecia androgénica suele desarrollarse después de la menopausia debido a la disminución de los niveles de estrógeno, que actúan como un protector natural frente a la acción de los andrógenos.

Tratamientos para la alopecia androgénica
La alopecia androgénica no puede eliminarse por completo, pero sí existen opciones efectivas para detener la caída del cabello y fomentar su crecimiento. Estas opciones de tratamientos incluyen medicamentos, terapias especializadas y métodos que fortalecen la salud capilar.
Minoxidil
El minoxidil es uno de los tratamientos tópicos más utilizados para la alopecia androgénica. Se aplica directamente en el cuero cabelludo en forma de solución o espuma y trabaja estimulando los folículos pilosos para prolongar la fase de crecimiento del cabello. Los resultados pueden tardar entre 4 y 6 meses en notarse, y es una opción válida tanto para hombres como para mujeres.
Finasterida
La finasterida, por su parte, es un fármaco oral que actúa bloqueando la conversión de testosterona en dihidrotestosterona (DHT), una hormona clave en la miniaturización de los folículos pilosos. Este tratamiento está aprobado principalmente para hombres, aunque también puede utilizarse en mujeres bajo estricta supervisión médica. Además de frenar la caída, puede fomentar un crecimiento moderado del cabello.
El Protocolo de Recuperación Capilar
El Protocolo de Recuperación Capilar utiliza elementos regenerativos presentes en la sangre del paciente, los cuales se procesan y aplican en la cabeza. Este tratamiento ayuda a reactivar los folículos capilares, favoreciendo el crecimiento del cabello y mejorando su densidad y calidad.
Trasplante capilar
El trasplante capilar es una solución avanzada que ofrece resultados permanentes para la alopecia androgénica. La técnica FUE (Extracción de Unidades Foliculares), en la que los folículos se extraen individualmente de áreas donantes resistentes a la caída y se trasplantan en las zonas afectadas.
En Capilea, dominamos la técnica FUE para ofrecerte resultados naturales y duraderos. Nuestro equipo te asegura un procedimiento seguro, sin cicatrices y con la precisión necesaria para que recuperes no solo tu cabello, sino también tu confianza.
Tratamientos complementarios
La nutrición y suplementos pueden jugar un papel importante en la salud capilar. Nutrientes como la biotina, el hierro, el zinc y la vitamina D contribuyen al fortalecimiento del cabello y pueden complementar otros tratamientos.
Asimismo, el uso de champús y lociones específicas no detendrá la alopecia por sí solo, pero sí ayudará a mejorar el estado del cuero cabelludo, optimizando los resultados de otros enfoques.
Por último, la gestión del estrés puede ser crucial, ya que el estrés puede empeorar la caída del cabello. Prácticas como la meditación y el yoga son excelentes complementos para reducir el impacto emocional que la alopecia puede generar.
¿Por qué la alopecia androgenética ocurre solo en ciertas zonas?
El patrón de pérdida de cabello está relacionado con la densidad de receptores de DHT en los folículos pilosos de diferentes áreas del cuero cabelludo. Las zonas como las entradas y la coronilla suelen ser más sensibles a estas hormonas, mientras que los folículos en los laterales y la parte posterior son más resistentes.
En Capilea, entendemos lo importante que es sentirte bien contigo mismo. Nuestros tratamientos están diseñados para ayudarte a recuperar tu cabello y tu confianza. Agenda tu cita y descubre cómo podemos acompañarte en este proceso.